sábado, 25 de julio de 2015

La crisis se alía con un mosaico de la Virgen de los Remedios (Artículo publicado el 13 de junio de 2011)

A primeros de junio de 2008 denunciábamos en la web cerámica www.retablocerámico.net,  cómo el rótulo de una zapatería había eclipsado un modesto mosaico de la Virgen de los Remedios, sito en la malagueña calle de Puerta del Mar.  Así lo relatábamos:
En Noviembre de 2005 se inauguró un pequeño mosaico de la Virgen de los Remedios de la Iglesia de los Mártires, que conmemora el milagro acaecido por esta devota imagen en el siglo XVIII. El texto inferior del mosaico dice:
“La mañana del 27 de noviembre de 1775 la ciudad de Málaga despertó con una gran tempestad réplica del terremoto de Lisboa. Ante una posible catástrofe, los devotos de Ntra. Sra. de los Remedios decidieron traer la imagen de la Virgen hasta este lugar, donde vuelto su divino semblante al mar, se calmaron las aguas. En el CCL Aniversario de tan gloriosa intercesión. 27 de noviembre de 2005″.
Esta obra es una sencilla pero interesante composición del ceramista malacitano Daniel García, y está ubicada en la calle Puerta del Mar, las inmediaciones de la orilla del mar en aquella época, siendo ahora tierra adentro por los espacios ganados posteriormente al Mediterráneo con la creación de la Alameda Principal.
Por tanto su ubicación tiene un claro sentido historicista, aunque desde un primer momento se colocó a una altura tal que es imposible leer el texto conmemorativo.
En fechas recientes se ha abierto en el inmueble donde está colocado el azulejo una zapatería que no ha tenido otra idea que colocar un pequeño cartel luminoso en el sitio más inapropiado, ya que imposibilita la lectura frontal y la visión del mosaico así como distrae la atención en la perspectiva lateral.
Verdaderamente la persona que ha decido colocar el cartel tiene una mínima sensibilidad estética, y o bien el cartel se cambia de lugar o el mosaico se ubica en otro punto, ya de camino más bajo para que pueda desarrollar su finalidad informativa.
Al igual que en Lisboa hubo un terremoto en el siglo XVIII, en Málaga ha habido un seísmo estético con la colocación de este cartel, la prosa del neón frente a la poesía de la cerámica.
El lugar para la erección del retablo no fue caprichosa, ya que  se trata de un azulejo historicista que nos recuerda el lugar donde tuvo lugar el milagro que obró esta Virgen, que se venera en la Parroquia de los Santos Mártires, ante el maremoto que en 1775 afectó a la costa malagueña motivado por el terremoto de Lisboa.

Así, primero se puso el retablito, y años después, se le pone justo debajo un espantoso cartel publicitario que le  restaba visión, y que finalmente ha caído por el “maremoto económico” que ha acabado con muchos comercios del centro.  Como es lógico, no nos alegramos por el cierre de un establecimiento y la pérdida de algún puesto de trabajo, pero está claro que la ubicación y sobre todo la negativa a cambiar de posición el rótulo tras la petición de diversas personas, había gafado definitivamente a la tienda de zapatos, que finalmente no ha tenido más remedio que cerrar.


Ahora bien, otra cuestión es la agudeza visual del malagueño medio, ya que a la altura a la que se puso el mosaico es prácticamente imposible leer lo que relata, más aún con el toque surrealista que es tener una óptica justo debajo.  Por ello, considero que una vez retirado el rótulo zapatero, sería interesante bajar la posición de la pieza para que puede ser más accesible y todos los viandantes nos enteremos de qué va esta historia de maremotos que ahora se llaman tsunamis, y sobre todo que el asfalto y el adoquinado que pisamos fueron antes arena y piedras a la orilla del mar, y de camino que vuelva a alquilarse el local con otro emprendedor más sensible con la historia local. Seguro que en esta ocasión muchos entramos a consumir venda lo que venda, aunque espero que no sea un tatú.

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