sábado, 25 de julio de 2015

Octubre picassiano y pollinico. (Artículo publicado 2 octubre 2011)

Me ha llamado la atención un comentario a la noticia de la Opinión, firmada por el periodista Miguel Ferrari, en la que un lector, que anónimamente firma como Pato Donald, afirma que  los turistas que hayan venido en los cruceros de hoy domingo creeran que han atracado en otra dimension o han sido abducido a otro planeta.
Interpreto su comentario como una ironía a lo fuera de contexto de encontrarse una procesión el día 2 de octubre por el centro de Málaga.  Pues bien, he hablado con varios grupos de turistas, los cuales estaban encantados con la suerte de vivir escenas de Semana Santa fuera de fecha. Un grupo de ellos que iba en bici, todos con cascos azules, como los soldados de  la ONU, me comentaron que era genial ver esta representación católica justo al lado de la casa natal de Picasso. Todo por el mismo precio y las cámaras digitales echando humo.
 
Una familia inglesa ha bajado hoy desde Fuengirola y ha tenido la fortuna de toparse con la procesión en calle Alcazabilla. Les estuvimos explicando que era tradicional que los malagueños bajemos con nuestros hijos a ver la procesión cada Domingo de Ramos, de ahí que los padres sintieran mucha curiosidad y alegría por vivir aquella escena con sus pecosas y pelirrojas hijas menores,  a las cuales el sufrido papá tuvo que coger a hombros como en una actuación circense. Siempre queda el consuelo de que la niña no llevase una manzana de caramelo con la que dejarle el pelo pringoso al progenitor. 
Tanta información debe ser asimilada,  y así le explicamos que las castañas no son típicas de la Semana Santa, sino que son un producto otoñal que aporta calorías en los días de invierno, de ahí de lo poco propicio de tomarlas con el calor que ha hecho hoy en Málaga. De todas maneras, las vendedoras han tenido una buena jornada ya que había bastante público por la plaza picassiana.  La fotografía era irresistible, ver cabalgar al Señor por un monte de castañas, en vez del tradicional corcho, y en especial la mezcla del humo del incienso  y el de las catañas, en una combinación ciertamente peculiar y soñada, sobre todo cuando esperamos el bus en la Alameda en enero, y las volutas de los puestos requetepintados de marrón suben por entre los árboles centenarios.
Ha sido un día mágico para los cofrades y una jornada soprendente para los que se han topado la comitiva agustina por el centro de la ciudad. Los ingleses me dijeron que piensan volver en Semana Santa, aunque como buen cicerone, los he convocado para que se acerquen el próximo sábado a ver a la Virgen de los Dolores en su salida extraordinaria. Esperemos que para entonces se apetezcan más las castañas.  El tren de Fuengirola tiene mucha frecuencia y el padre tomó nota de los horarios de la procesión.  Por cierto, ¿cómo se diría en inglés el mejor trono de Virgen del mundo
Procesión de contrates, cómo no. De solares y casas solariegas. Aquí tienen dos buenos ejemplos. Si se fijan en la segunda foto, verán en la parte superior que el edificio fue construido en 1926.
Y claro, las procesiones incorporan muchos elementos, como son:  el sentido religioso vivido de manera diversa según cada persona y circunstacia,  el arte, el paisaje urbano, y finalmente y sobre todo, las personas que participan o contemplan.  Todos nos conocemos en el mundo cofrade y la mañana ha sido una jornada de saludos, que todo tiene su arte, incluso el de evitarlos cambiando de acera en algún caso.  Paisaje urbano de fotógrafos, cofrades de a pie de trono, familias con sus carritos, parejas de novios, gente mayor, etc. etc. Y siempre hay que hacer un hueco para tomar algo.  Los cofrades somos raudos y no perdemos más tiempo del necesario.  Alguno hoy ha almorzado a las 5 de la tarde,  como las paellas en la Carihuela, ya que la procesión terminó pasadas las 4 y media, y eso que metió el turbo desde Larios.
A alguno  le han despertado los tambores de la banda de la Victoria.  Es el caso de este personaje, quedescamisao como Alfonso Guerra, se asoma medio dormido y observa con mirada perdida y arrascándose la espalda. La tentación me ha hecho acercarle lo más posible las orejas del burro, ya que al menos se requiere un mínimo decoro para asomarse a un balcón, y más aún si pasa una comitiva organizada cada 100 años. Cuando en 2111 pase la procesión por la calle Madre de Dios con motivo del segundo centenario, a ver si te das un buen afeitado, te peinas, te lavas la cara y te vistes. 
 
Bromas aparte, (ya que era una broma), se aprecian momentos muy emotivos desde abajo, en especial con la gente mayor y los niños.  Aquí tienen algún ejemplo.
Pero para balcones, el de mi buen amigo Antonio Montesinos, propietario del negocio de las Papas, en la esquina de San Agustín y Granada.  Había una masa de gente para ver la complicada maniobra por lo que Antonio tuvo la gentileza de dejarme subir al balcón de su casa, justo donde está el mosaico del Cristo de la Sentencia, al que tanta manía le tiene algún político.  Aquí tienen la grabación de youtube, con el fondo musical de la Agrupación Musical de Campillos.  Todo un lujo, mire como se mire.  Gracias, Antonio, por ese momento irrepetible.
Por otro lado, destacar la avalancha fotográfica con el fondo-decorado de la Alcazaba, que parecía auténticamente Jerusalem.  Hasta Ibn Gabirol se ha quedado inmóvil al contemplar semejante estampa.
La tarde avanzaba y por Larios nos dieron las 3 (variando la canción de Sabina). Larios, señorial y sin sillas en geométrica formación, que adquiere toda su dimensión, al igual que la tribuna invisible de la Plaza.  Los hombres de trono se lo habían currado, y el esfuerzo empezaba a hacer mella, pero ni un mal tirón gracias a la experiencia en los varales y el buen trabajo de los capataces y mayordomos. Y no es un tópico fácil.  Aquí vemos un video con una banda sonora espectacular. Nazareno y Gitano, a ritmo de Campillos.
Sin duda, un domingo mágico, en que Jesús ha entrado a lomos de un borriquillo en Málaga.  Gracias a todos los pollinicos por el trabajo realizado, sin olvidarnos en ningún momento de la Madre, la Virgen del Amparo, que se ha asomado a la reja del balcón a ver pasar a Su Hijo.
Hasta Jesús Pineda ha venido vía AVE desde Madrid. Sin él, las procesiones serían distintas.  Ah, y Tronoman y tronoboy,  inmortalizando con su cámara  Un saludo, amigos.

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