sábado, 15 de agosto de 2015

Luces de Carnaval para un Crucificado. (Artículo de febrero 2014)

El contraste rozó el esperpento, el surrealismo. Enmarcar el Crucificado inerte de calle Mármoles en el fondo de una máscara luminosa de Carnaval. La imagen quedó inmortalizada en centenares de cámaras digitales como algo curioso, con el antecedente parecido pero no similar, de la Virgen de los Remedios de los Mártires cuando sube la calle Larios con la decoración lumínica navideña, pero entonces es comprensible porque acaece en Adviento, periodo previo a la Navidad, y como ya sabemos aquí las luces se encienden a primero de diciembre.
Mucha nativo y más aún los turistas se preguntaban el motivo de la procesión, que los autóctonos explicábamos con profusión de datos de aquel joven Palma que con 19 añitos y en un contexto más que complicado tallaba una imagen en plena posguerra en una ciudad deprimida. Todavía estaban las huellas de la desbandá cuando el maestro daba gubiazos en su taller del barrio de la Victoria, que hoy rememora el taller de Juan Vega.
La procesión se verificaba en este 15 de febrero,  casi un mes antes del inicio de una larga Cuaresma, no tanto por la duración porque siempre dura los mismos días sino por la vorágine de actos y cultos, con el pretexto de que esa jornada se cumplían tres cuartos de siglo de la bendición del Señor en San Felipe, ya que por entonces la ermita estaba en ruinas. Pero claro, en 1939 no hubo procesión sino una celebración religiosa, en aquel contexto que hemos imaginado.
Y los cofrades piden, pedimos en base a nuestra euforia congénita, y el Obispado comete según mi modesto criterio el craso error de autorizar dos salidas en procesión (una de traslado y otra con trono grande a bombo y platillo, nunca mejor dicho) en el periodo de tiempo en el que las cofradías menos deberíamos hacernos presentes en la vía pública con nuestros titulares: En Carnaval. Eso sí, la participación de cofrades en Carnaval es habitual tanto a título individual como colectivo y así ayer, por ejemplo, la Congregación de la Pastora organizó un acto lúdico-gastronómico en Capuchinos.
El BOE  o el BOJA no determinan los periodos litúrgicos (mejor no dar ideas) y el Miércoles de Ceniza, como frontera invisible pasa desapercibido. Comprueben, por ejemplo, cómo los informativos de Canal Sur llevan varios años (que yo sepa, lo poco que los veo) informando de cuándo empieza o termina el Ramadán pero nunca cuando son las fechas de la Cuaresma. A lo sumo, en posteriores programas temáticos, pero nunca como una noticia. Será por directrices políticas, supongo.  Pues bien, al igual que no me gustaría que nos pisaran las fechas cuaresmeras o semanasanteras con Carnaval (que por cierto me encanta aunque no participo) y así me haría poca gracia (aunque respetaría por vivir en un Estado aconfesional) un encuentra de murgas o chirigotas un Viernes Santo, pues lo mismo no me gusta una procesión al uso a mediados de febrero ya que estamos invadiendo un espacio temporal que no nos pertenece en la vía pública.
Por tanto, tirón de orejas, simbólico, cariñoso pero contundente, al que ha autorizado esta procesión entre máscaras de luces;  tirón de orejas a los que la solicitaron; y ya que estamos en materia, 3 tironcillos más (sinónimo de chicotá en el resto de Andalucía) a mis queridos amigos de Zamarrilla, para que tomen nota como crítica constructiva desde el cariño y el respeto, faltaría mas:
1.- El traslado de ida nos retrotrayó a la década de los 70, a lo malo para matizarlo, claro. Es lamentable que vaya más gente detrás del Cristo que iluminando, donde sólo iban mujeres, y así aquello recordaba a un entierro con los sexos separados. Mucha tertulia, uso de móviles y algún cigarro detrás del Crucificado, muchos esperando turno para meter hombro. Lo de la media banda fue también algo raro, o capilla o banda, respetando unos cánones artísticos, encima para prácticamente no interpretar nada. Procesión lenta, cansina y generando un caos de tráfico en una zona complicada, aunque dejó estampas para el recuerdo como el cruce por Armiñán.
2.- Lo de la lona tapando el trono y el Cristo, simplemente de Juzgado de Guardia.  Para que dimitiese el o los responsables. Vergonzoso. Si hubiese llovido a las 3 de la tarde se hubiese mojado una obra de arte que es patrimonio de la ciudad, el Crucificado de Palma, porque el trono pese a tener un valor como inversión patrimonial, por desgracia quitando algunas cartelas y el trabajo en madera y plata, no aporta nada por su desproporción e  ínfima calidad de parte de su imaginería.  Espero que los responsables sepan reformarlo, ya que seguro ganaría bastante. Ayer hubo tiempo de contemplarlo por activa y por pasiva, disfrutando de las maravillosas cartelas, como la de la Resurrección pero de los mediocres Evangelistas, bajos, desporporcionados y de ínfima calidad. No se comprende estas piezas en una hermandad de la categoría histórica como Zamarrilla. Al  Cristo, aparte, le viene grande el trono y parece hundido. Quizá habría que reducirlo en anchura y replantearse la iluminación. Doctores tiene la Iglesia y buenos diseñadores Málaga, que seguro aportarían buenas ideas para mejorar en base a lo que ya hay.

Y en tercer lugar, y entrando en la materia cerámica que tanto me apasiona, ha sido una desilusión la lápida que queda como recuerdo de este acto, que pasará desapercibida por su ubicación en el suelo a la entrada de la puerta principal. Hubiese sido momento propicio para una placa cerámica o mural (ya que el Cristo no tiene ninguno en solitario) que recordara el acontecimiento, y si no es posible en la fachada de San Felipe por motivos de protección y por lo mijitas que son los responsables de cultura, pues se coloca en alguna casa del recorrido, que no pasa nada.  Con todos los respetos a sus responsables, la placa colocada es una chapuza. Aquí la tienen.
Y para colmo, Zamarrilla tiene un importante taller cerámico a 20 segundos andando de su casa hermandad. Repito, 20 segundos, no han leído mal. Incomprensible.
En resumen, una jornada lleva de vivencias, con una procesión preciosa de regreso con imágenes históricas como el paso por la Plaza de la Merced, Alcazabilla o la Plaza sin tribuna pero con máscaras, y un regreso multitudinario por Mármoles, que suele estar más fría y solitaria en la madrugada del Viernes Santo.
Y eso, que respetemos los tiempos litúrgicos, algo que va a volver a romperse con el viacrucis magno de Ronda o el viacrucis del Redentor del Mundo, muy piadosos pero carnavaleros, con lo fácil que hubiese sido retrasarlos una semana. Y en estos casos, con el inri de celebrarse en un festivo andaluz de marcado carácter político, algo más increible aún en Ronda, donde seguramente la bandera blancayverde será fondo para los tronos o pasos de allí. con lo fácil que hubiese sido retrarsarlo un día o una semana.
Por cierto, gran trabajo de hombres de trono, capataces y miembros del cortejo, y sobre todo de la banda que dio un auténtico concierto con un repertorio muy bien escogido. se demostró que hay una gran familia de Zamarrilla.
Don Carnal y Doña Cuaresma se dieron la mano con los cantos de un coro gaditano tras la Virgen de la Caridad en el Mater Dei. ¿Se acuerdan? Aún se me erizan los vellos al recordarlo.  Ayer el reflejo de las luces sobre la madera barnizada de la talla de Palma fueron el polo opuesto. Me cuentan que ayer una tuna canto al Señor por calle Alcazabilla. Ayer había un encuentro de tuneros o tunantes (valga la broma) en Málaga. Magnífico, es algo que da ambiente al centro . Muy bonito cantarle al Cristo, emotivo, como se canta en Jaén a una Dolorosa.  Pero, ¿se imaginan que una comparsa le hubiese cantado al Señor? ¿Habría que haberlo permitido? ¿Se imaginan una chirigota que ridiculizase a la Iglesia cantándole al Cristo inerte en calle Alcazabilla?  Hubieran estado en su perfecto derecho, ya que es su tiempo y estaban en sus calles de Carnaval. Mejor no pensarlo. Da escalofríos estéticos.

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