viernes, 11 de diciembre de 2015

El escultor Jose María Ruiz Montes realizará una Virgen para el proyecto Cofrades de Gamarra.

El pasado viernes 4 de diciembre, festividad en el Colegio Virgen Inmaculada de Gamarra, tuvo lugar la firma del contrato de realización de una imagen de la Santísima Virgen entre el escultor malagueño Jose María Ruiz Montes y el presidente de la Asociación Cofrades de Gamarra, Antonio Fernández.


Como es bien sabido, el colegio de Gamarra, pertenecientes a las Hijas de Jesús,  ha destacado en los últimos años por una pujante apuesta por las tradiciones cofrades, dentro del contexto cristiano de la fundadora, Santa Cándida de Jesús,  creándose para ello una asociación que coordina los distintos actos que tienen lugar durante todo el año, como la procesión de la mañana del Viernes de Dolores, la misa de nazarenos,  el Viacrucis de Cuaresma, la participación en la procesión de los Patronos, o recientemente la coordinación del belén instalado en la sede de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga.

La firma del encargo de la futura Dolorosa de Gamarra es, sin duda, una apuesta patrimonial de futuro, teniéndose prevista su bendición para la Cuaresma de 2017, aunque ya en febrero de 2016 se dispondrá de un boceto a lápiz orientativo de cómo será esa nueva efigie, de la que aún no hay elegida la advocación, aunque es intención que sea un nombre propuesto y aprobado por toda la comunidad escolar (alumnos, profesores, religiosas y antiguos alumnos) dado el carácter participativo que caracteriza al proyecto Sentir Cofrade.

Es sabido que las actuales imágenes que se procesionan en Gamarra, y que reciben culto durante todo el año en sus instalaciones,  son las antiguas de la cofradía del Dulce Nombre, realizadas por el artista local José Dueñas,  y están cedidas por la corporación del Domingo de Ramos de una manera provisional, de ahí la necesidad de ir creando las bases de un proyecto definitivo, con imágenes y advocaciones propias, sin olvidar, eso sí, el cariño y apoyo de la cofradía del Dulce Nombre, así como de otras corporaciones que siempre colaboran con esta iniciativa escolar, semilla de muchos cofrades.

La elección del escultor Jose María Ruiz Montes para la realización de la Dolorosa es una apuesta que viene a enriquecer el panorama artístico local, ya que pese a su juventud, el artista se ha consolidado de una manera definitiva con la gran calidad de sus últimos trabajos, tanto en pequeño formato (como el conjunto escultórico del trono de la Redención) como a tamaño real, en el caso del espectacular Crucificado de la Misericordia, bendecido recientemente para la parroquia de San Miguel, en Miramar.






Por tanto, la Semana Santa de 2016 tendrá la emoción especial de ser el último en que procesione por los jardines de Gamarra, Dios mediante, la antigua Dolorosa del Dulce Nombre tras 4 años haciéndolo de manera ininterrumpida, acompañada en el último por Su Hijo, El  anterior Señor de la Soledad, también de José Dueñas, en un contexto cromático de nazarenos amarillos y blancos, en alusión a los colores vaticanos y el propio escudo de Gamarra.

El propio imaginero ha comentado la ilusión de encarar este proyecto, ya que se trata de su primera Dolorosa al culto en Málaga, dentro de un contexto escolar, de ahí que será una imagen que transmita serenidad y belleza, y de gran cercanía para todos los niños y jóvenes que se acerquen a venerarla.

El hecho de que sea su primera imagen, (aunque ya cuenta con dos vírgenes de Gloria para Málaga, una en la parroquia del barrio de la Paz, y otra en la iglesia del Dulce Nombre de los Prados),  junto a la calidad contrastada, han sido los motivos definitivos para la elección de este artista, aunque también se barajaron otras opciones locales para tal transcendental decisión. Tanto a él, como a los demás artistas hay que agradecerles la predisposición e ilusión ante este ilusionante reto.

                                                  Virgen del Dulce Nombre de los Prados.

El proyecto Cofrades de Gamarra pide a todos sus socios y simpatizantes la implicación y apoyo para poder hacer frente a esta apuesta patrimonial, que seguro será legado cultural y devocional, que une a los antiguos alumnos, con los actuales y los venideros.

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