jueves, 26 de mayo de 2016

La demagogia de la revista el Observador y de algunos concejales de izquierdas.

Si la revista el Observador reduce el concepto de una casa hermandad a un lugar para "albergar tronos" está claro que no tiene ni la más remota idea de las múltiples funciones que tienen estos espacios en la ciudad de Málaga. Efectivamente, amigos del Observador, las casas hermandad albergan tronos, pero más que eso sirven de lugar de exposición (por ejemplo véase el reclamo cultural y turístico de las casas hermandad de Estudiantes, Sepulcro, Esperanza, etc.), pero hay más, ya que las casas hermandad son lugar de encuentro, de convivencia, obras sociales, de apertura a cualquiera que lo solicite, o incluso de cobijo, como cuando la JMJ. Ah, y allí todo el mundo gratis, por amor a Dios, echando más horas que un reloj.

Por cierto, que el valor de protección de la parte trasera del Hospital Noble es de risa, ya que la parte moderna que da a la plaza de toros recuerda más a un bloque setentero del barrio de las Delicias. Por tanto, amigos del Observador, gradúense las gafas y observen con criterio objetivo.

Mal asunto estar instalado en la falsa postura progre anti-iglesia. Os habeis quedado en la barricada, y no os enteráis que ya estamos en el siglo XXI, donde la Iglesia, las cofradías, son, somos avanzadilla.


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