domingo, 31 de julio de 2016

Gálvez Ginachero y los jardines de la Catedral.

La ciudad de Málaga recuerda al ilustre doctor con un edículo que incluye un busto del escultor local Adrián Risueño, en los jardines de la Catedral. Es un bello rincón de la ciudad, visitado y fotografiado diariamente por cientos de turistas, como símbolo de homenaje a un malagueño ilustre que tanto hizo por sus conciudadanos, y especialmente por las parturientas, y que está camino de los altares.

Entre el edículo y la propia Catedral hay un espacio (que se observa sin dificultad) que está lleno de basura, porquería y palomas muertas. Creo que es necesaria una limpieza diaria de dicho lugar, supongo competencia del Ayuntamiento.

Pero el colmo ha sido hoy, cuando alguien ha aprovechado el busto para almacén de sus pertenencias, con un colchón mugriento y otras lindezas. Simplemente patético, tercermundista. Yo mismo he estado apunto de retirarlo, pero no era plan porque al final acaba uno metiéndose en un lío. Por ello, que toman nota los responsables y dejemos diariamente al ilustre doctor como la patena; seamos unos maniáticos de la limpieza con esta estatua, igual que lo fue él con la higiene de varias generaciones.




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