sábado, 21 de octubre de 2017

Gálvez Ginachero

Con lo obsesivo que era el siervo de Dios con la limpieza y la higiene en los hospitales, y la de mierda (con perdón) que tiene los alrededores de su monumento, mezcla de excrementos de palomas y "mobiliario" de indigentes. Sencillamente patético e impresentable en un entorno sumamente turístico.





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